El Estrecho de Ormuz es una vía marítima estratégica por la que transita alrededor del 20 % del petróleo mundial y cerca del 25 % del gas natural licuado (GNL). Un eventual cierre total o parcial —ya sea por un conflicto geopolítico, bloqueo militar o sabotaje— tendría implicaciones globales inmediatas, y el Nasdaq 100 no sería una excepción.
Aunque este índice bursátil está compuesto principalmente por empresas tecnológicas, que no dependen directamente del petróleo, el cierre del estrecho afectaría a los mercados financieros en varias capas. En primer lugar, se espera que los precios del petróleo y del gas se disparen bruscamente, posiblemente entre un 15 % y un 50 % en los días posteriores al evento. Esto elevaría los costes energéticos a nivel global, generando presiones inflacionarias tanto en EE. UU. como en Europa y Asia.
La primera consecuencia en el Nasdaq 100 sería un aumento de la volatilidad. Inversores institucionales tienden a abandonar activos de riesgo como las acciones tecnológicas en contextos de incertidumbre geopolítica y presión inflacionaria, refugiándose en bonos, oro o activos defensivos.
Esto podría provocar una corrección generalizada en el índice.
Además, muchas empresas del Nasdaq 100 dependen de cadenas de suministro globales sensibles al transporte marítimo y a los costos de energía. Empresas como Apple, Amazon, Nvidia o Intel podrían ver afectada la producción o distribución de productos, debido a interrupciones logísticas o mayores costes operativos. Asimismo, la presión sobre los márgenes derivada del encarecimiento del transporte y la electricidad afectaría sus beneficios.
A nivel macroeconómico, el encarecimiento sostenido del crudo podría obligar a la Reserva Federal a adoptar una postura más restrictiva. Si la inflación repunta como resultado del choque energético, los recortes de tasas de interés esperados por los mercados podrían retrasarse o incluso revertirse. Esto impactaría negativamente a las acciones de crecimiento, como las tecnológicas, que son especialmente sensibles a las tasas de interés.
En resumen, aunque el Nasdaq 100 no tiene exposición directa al sector energético, el cierre del Estrecho de Ormuz afectaría indirectamente pero con fuerza, a través de mayores costes, caída del consumo, disrupciones logísticas y endurecimiento de las condiciones monetarias. Si la crisis se prolonga, podría marcar un punto de inflexión bajista en el rendimiento del índice a corto y mediano plazo.
Este artículo ha sido generado y traducido con el apoyo de AI y revisado por un editor.

Rodrigo L. Barnes
Consultor de Marketing y Estrategia tecnológica
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